Si es que a esto se le puede llamar vivir
"Ilustración es la salida del hombre de su culpable minoría de edad."
domingo, agosto 17, 2025
RECORDANDO... #SALVEMOSLAFILOSOFÍA
jueves, agosto 14, 2025
Y AHORA EN RADIOSOFÍA/165: ¿ ESTÁ DE MODA LA FILOSOFÍA?
¿Está de moda la Filosofía?
Y, ¿eso es bueno?
Pues ya saben: en #RadioSofia de Radio Municipal de Casares.
#EPMesaSeMuereDeEnvidiaYQuiereVivirDelCuento
lunes, agosto 11, 2025
GENOCIDIO EN GAZA Y NEGACIONISMO DE DERECHAS
Sin embargo, y hace poco tuvimos otro lamentable ejemplo, está surgiendo una
corriente negacionista. Esta negación está especialmente alentada desde la
derecha y la extrema derecha, cada vez menos diferentes, y argumenta
básicamente dos ideas.
La primera es que los
acontecimientos en Gaza están siendo manipulados informativamente por el grupo
terrorista Hamás y, por lo tanto, las noticias que recibimos son falsas: en
Gaza ni hay hambruna ni hay crímenes, sino un inmenso simulacro. La segunda es que quienes criticamos las
acciones de Israel y las calificamos de genocidio, lo que en realidad estamos
haciendo políticamente, incluso sin saberlo, es defender a Hamás, en la
consabida dualidad simple de o conmigo o contra mí.
Al analizar la primera idea, sorprende
la extraordinaria capacidad que se le concede a la organización creyente de Hamás,
capaz de fabricar un bulo a nivel mundial y en la cual se engaña tanto a los
principales medios occidentales como a todo tipo de instituciones
internacionales. De hecho, sólo escapan al engaño algún periódico digital cercano
a la extrema derecha y algún despierto individuo en redes sociales. Así, los
servicios de inteligencia de Hamás se asemejan en su astucia a la Spectra
de la serie Bond o, probablemente más a Kaos del Superagente86.
Son capaces de engañar y manipular a todas las instituciones internacionales oficiales,
varias ONGs de reconocido prestigio y la mayoría de medios de comunicación, pero,
recuerden, no a Vozpópuli, los medios israelíes o los perfiles de
extrema derecha en redes sociales. Si los Protocolos de los sabios de Sión,
aquel falso documento, presentaba a unos pocos judíos engañando y controlando a
la humanidad, los nuevos Protocolos de los Sabios de Gaza, tan racistas
y falsos como aquellos, nos presentan a unos cuantos palestinos engañando a
todo el mundo -ah, menos a usted que es de extrema derecha-. Se trataría, por
tanto, de una teoría conspiranoica: Hamás engaña y los niños famélicos son
actores, probablemente del método Stanislavski.
La segunda idea, sin embargo, es
más interesante políticamente. Si Israel ha sido víctima de un acto terrorista,
como la ha sido por cierto, tiene, nos dicen, derecho a defenderse. Y en este
derecho, no se ponen ni condiciones ni límites: la acción en Gaza es defensa
propia. Y aquí subyace un ideal de
extrema derecha que es la tesis principal del asunto: la defensa de que el
estado está por encima de la ley y más todavía si esta es internacional. Y esta
es una idea profundamente antidemocrática.
Efectivamente, para los
demócratas el estado, y todo, está limitado por la ley. Así, cuando el estado
actúa no puede hacerlo como lo haría un grupo terrorista. Hamás es una
organización terrorista de carácter totalitario y no pretende en absoluto ser
otra cosa: actúa como tal. Pero eso no debería poder decir que el estado de
Israel, que al menos formalmente, aunque cada vez menos, es una democracia, pueda
emular y realizar las mismas acciones indiscriminadas terroristas. Cuando un estado
actúa saltándose todas las normas jurídicas internacionales e incumpliendo las reglas
democráticas, deja de ser una democracia y se convierte en otra cosa. Y esta
otra cosa ya no un estado democrático, sino acaso, y este es el ideal de la
extrema derecha, en un grupo de gestión al servicio de los intereses de los
poderes de turno y las oligarquías. Así, la presencia de Israel saltándose las
leyes internacionales, o ahora en otro sentido de Trump, alimenta ese ideal del
fin real del estado democrático y su sustitución por un consejo ejecutivo, no
un poder ejecutivo, de la oligarquía.
¿Hay un genocidio en Gaza?
Indudablemente lo hay. Y lo hay porque lo que se está haciendo es o bien
asesinar a la población o bien obligarla a trasladarse donde el estado genocida
decida. Negar el genocidio de Gaza es, por eso, antidemocrático, pues lo que se
está negando es la existencia de las reglas internacionales que, si bien no
impiden la realización de este tipo de actos, sí al menos presentan una
posibilidad de pararlos y sancionarlos. Lo que en el fondo hace la extrema
derecha, y la derecha, cuando niega el genocidio de Gaza no es presentarlo como
falso, al fin y al cabo falso o verdadero le da igual el crimen masivo y esto es una cortina de humo, sino negar
precisamente la democracia como estructura política y jurídica y la función de
un estado democrático y de las leyes internacionales. Lo que la extrema derecha
quiere hacer, y este proceso negacionista es otro ejemplo, es negar a la propia
democracia como un sistema de normas y estructuras, tanto de carácter
internacional como nacional, y convertirla en un populismo de la opinión
mayoritaria previamente aleccionada o coaccionada.
Por lo tanto, la negación del
genocidio de Gaza no es un hecho puntual dentro de la estructura mental,
política e ideológica de la extrema derecha, sino un proceso característico y sintomático.
Su objetivo último es acabar con la democracia tal y como ésta se ha concebido
en el mundo occidental desde el fin de la segunda guerra mundial. Por supuesto,
en este proceso no está sola y tiene grandes aliados que aparentan ser su
opuesto en la autoproclamada izquierda. Pero eso, no nos engañemos, no le quita
responsabilidad alguna ni peligro a la extrema derecha y sus simpatizantes que
ven, impasible el ademán, la muerte de miles de personas con indiferencia o como
un acto de justicia mientras, fuera ya la modestia, en el mundo empieza a amanecer
merced al desarrollo del Nuevo Capitalismo.
domingo, agosto 10, 2025
Y AHORA EN RADIOSOFÍA/164: APOROFOBIA
sábado, agosto 02, 2025
Y AHORA EN RADIOSOFÍA/163: BYUNG CHUL-HAN
¿Ha sido justo? En #RadioSofía en Radio Municipal de Casares.
#EPMesaNoTuvoUnaGranjaEnÁfrica
viernes, agosto 01, 2025
VIDA INTERIOR/182: DE MAL EN PEOR...
¿Quién de nosotros no tiene una vida interior muy grande? ¿Y qué poeta no nos la cuenta una y otra vez? En esta sección mi alma se desnudará. Incluso he comprado una nueva para tenerla más grande. Porque, en el fondo, yo también quiero ser feliz
#EPMesaSiemprePatético
Y AHORA EN RADIOSOFÍA/162: DESCARTES
En #RadioSofía de Radio Municipal de Casares.
#EPMesaSiempreConDescartes
martes, julio 29, 2025
EL KARAOKE Y LA PROTESTA POR LA RATIO
Vamos a empezar por el principio como personas de orden que somos. Convertir una anécdota en categoría es algo que argumentativamente no suele tener gran valor. Sin embargo, es también cierto que defender que un hecho que ocurra pueda ser explicado a través de un aspecto más general es frecuente en todas las ciencias sociales y también en la filosofía.
Lo que pretendemos aquí es contar dos acontecidos que han ocurrido en mi instituto a finales de junio y presentar brevemente una posible explicación. Nada más y nada menos. Un poco cotilleo y, un mucho, pedantería intelectual.
Las grandes corporaciones, tanto estadounidenses como japonesas, y las industrias de las dictaduras soviéticas, curiosamente o no también, pusieron de moda la idea de que los trabajadores debían realizar acciones de ocio conjuntas para así mantener lo que se llamaba entonces el espíritu de la empresa: un canto a la alienación. Esto, que con su desarrollo ha acabado degenerando en fines de semana completos con trabajadores asustados asistiendo por temor a perder su puesto de trabajo, se ha trasladado también a la administración pública. Actualmente, es muy común que en los institutos a los profesores se les proponga, con la mirada cómplice y divertida de la junta directiva creyendo ser liderazgo pedagógico y sólo siendo la voz de su amo, realizar actividades conjuntas en su tiempo de ocio y pasar juntos su tiempo libre -porque así llaman a su explotada vida no laboral-. Ya, aquí habría tema para un análisis. Pero, al menos en la función pública no parecería tan preocupante pues tu puesto de trabajo, al menos en cuanto a funcionario en general aunque otra cosa sería el lugar concreto del mismo, no corre peligro por no asistir.
En mi instituto, como en otros, esto también se está poniendo de moda, y especialmente surge al final de curso o por navidades cuando acontece realizar, como buenos empleados, alguna actividad lúdica conjunta. Y, últimamente, se impone el karaoke.
No cabe duda de que la gente es muy libre de asistir a un karaoke y no cabe duda de que yo no creo que vaya a ir nunca al karaoke. Pero, esto no tiene nada que ver con procesos sociales o con procesos políticos, sino que tiene que ver con un gusto personal: yo iré a un bar a apoyarme en la barra, o al fútbol, y les puedo asegurar que el fútbol no es un espectáculo revolucionario, y otros irán al karaoke. No se trata, sería absurdo, de una presunta superioridad moral por ir a un sitio u otro. Uno puede ser muy buen profesor, o tener mucha conciencia política, e ir al karaoke y puede ser muy malo, o no tener conciencia política alguna, y no ir al karaoke. E incluso viceversa. Y que estas cosas haya que explicarlas, da incluso reparo.
Pero hay una historia más y, como en las buenas novelas, la trama se va hilando. Esa misma semana de finales de junio, y en ese mismo instituto, se propuso, hay gente que no tiene vida y todavía habla en los claustros, firmar un documento para criticar la subida de ratio en 1º de ESO (la ratio es el número de alumnos por aula), que pasaba de 25, una promesa de la propia presidenta de la comunidad, a 27 en nuestro centro. Y parece, y no sólo es apariencia, que la ratio es un aspecto fundamental de la educación y a menor ratio pues se supone que mejor educación. E incluso, suponemos, que no sólo es suponer, que la menor ratio es algo muy importante para el profesor que da esa clase. Es decir, que igual no tanto como ir a un karaoke o al fútbol, pero algo debía interesar.
Pero total, ¿qué paso?
Aquí entra lo interesante. Y aquí entra la anécdota y la categoría. Pues resulta, que apuntarse al karaoke lo hicieron cuarenta profesores, no podían ir más, y para quejarse de la ratio firmaron veintidós. Cuarenta, no cabían más, a veintidós, cabían todos y todas: una goleada.
Como diría un imbécil, o un emprendedor si es que queremos distinguirlos, la vida hay que exprimirla gota a gota y para eso, no cabe duda, es mejor el karaoke, o el fútbol, que la aburrida presencia de los abajo firmantes. Y repetimos que no es incompatible asistir a un karaoke con firmar para la ratio. Pero, vaya, que hay goleada.
Hemos analizado aquí, muchas veces, la necesidad que tiene el Nuevo Capitalismo de generar una nueva subjetividad. Esta nueva subjetividad, además, tiene a su vez una característica que nosotros hemos denominado como alienación negativa: la idea de que el Yo se constituye con la falsa pretensión de ser un elemento ajeno y prístino ante el modelo social de dominación. Así, en la nueva subjetividad del Capitalismo, cada individuo se considera ajeno a todo proceso social y cree ideológicamente que su autenticidad existe en su vida personal y privada que está, presuntamente, alejada de sus condiciones sociales y laborales. Sin embargo, y esto es lo que no considera aquel que cree vivir su vida en la privacidad, la propia existencia individual no escapa a la mercantilización a través de la producción económica de beneficio capitalista por el consumo. Es decir: ir al karaoke, o al fútbol, es tan social y produce tanto beneficio capitalista, incluso más, como ir a trabajar. Y es tan poco personal y propio, por tanto, como la vida laboral. Pero, oigan que nos ganan por cuarenta a veintidós.
Por supuesto, firmar contra la ratio no hubiera mejorado nada el próximo curso. Ir al karaoke, tampoco. Ninguna de ambas acciones son cruciales en el proceso histórico, sin duda. Pero quede constancia de que más gente con carrera universitaria quiso ir al karaoke que, al menos, protestar por la ratio.
No pasa nada, el Capitalismo golea.
No pasa nada, estamos acostumbrados a perder.
No pasa nada: bienvenidos al Nuevo Capitalismo.