martes, octubre 07, 2025

EL DOMINGO MUNDIAL MISIONERO Y LA FLOTILLA DE GAZA

Odiaba con todas mis fuerzas, a finales de los setenta del pasado siglo, lo que se llamaba el DOMUND, Domingo Mundial Misionero. En él se nos daba a cada niño una huchita con la cual teníamos que ir por las calles recogiendo dinero para los bondadosos misioneros católicos que en los diversos continentes del mundo daban alimento a los pobres. Frente a esta manera de enfrentarse a la pobreza, había una crítica general de la izquierda señalando que la pobreza mundial no era un problema de caridad pública o de labor subjetiva y personal, sino un problema sistemático y estructural que, desde luego, las huchitas del DOMUND no iban a arreglar. 

Israel es un estado genocida. No cabe duda de que ya no sólo lo es su gobierno, sino que lo es también su estado como administración, puesto que ninguna de sus instituciones ha logrado ni intentado paralizar dicho proceso. Ya hemos defendido aquí que lo que está haciendo Israel en Gaza es un genocidio. Por lo tanto, la crítica a la Flotilla de Gaza no vamos a hacerla negando este genocidio. 

Y sin embargo, la Flotilla de Gaza es un fracaso de la izquierda.

Hacia el mes de agosto, y con gran alharaca, salió una flotilla de diversos barcos privados que pretendían romper el bloqueo y llevar alimentos a la zona. Nosotros no vamos a entrar en ningún momento sobre si el interés de esta flotilla era auténtico o no ni, tampoco, vamos a poner en cuestión la condición moral de cada uno de sus integrantes. Igual que no nos importa si los misioneros, entre rezos a seres inexistententes, creen en el evangelio y sus cosas, tampoco nos importa si los tripulantes de la flotilla, entre selfies y promoción personal, creen hacer algo progresista. Lo que nos interesa aquí, de hecho, no es juzgar la moral individual de cada integrante de esa flotilla, que al igual que con los misioneros habrá de todo como en botica,sino preguntarnos en qué momento la izquierda decidió que lo que hasta entonces había criticado con razón, esa subjetivización de lucha política, en la época del selfie y las redes sociales se convierte, sin embargo, en un proceso que hay que apoyar con vehemencia.

Efectivamente, la izquierda ilustrada ha mantenido siempre que las condiciones sociales no son ni el producto de la voluntad de determinados individuos ni su solución pasa por ello. Los procesos históricos y sus consecuencias no pueden ser juzgados en términos de buena o mala voluntad individual y moral, como si la acción individual de los individuos fuera el criterio fundamental para juzgar dichas acciones. De hecho, el análisis sociológico de la izquierda siempre se distinguió por la idea de hablar del sistema e ir un poco más lejos del simple análisis de los héroes, con hábito o con pañuelo palestino, que caracterizó a toda una etapa anterior en la historiografía. Por supuesto, resulta importante la lucha social y política, pero incluso esta tenía que tener ciertas condiciones para no resultar inane -y de hecho, la lucha intelectual entre anarquismo y marxismo sabe también de esto-.

La flotilla de Gaza ha sido la típica intervención de una serie de misioneros, en este caso autoproclamados de izquierdas. Por supuesto, todos sabíamos desde el principio, y ellos también pues no debemos dudar de su nivel intelectual, que dicha acción resultaba imposible de realizar. Sin embargo, se ha realizado, además con gran publicidad y emoción, y la pregunta es por qué.

Una excusa para iniciarla era la idea de que esto iba a generar un reconocimiento popular  sobre el conflicto. El problema es que esta propaganda ya resultaba inútil cuando sin duda alguna el genocidio de Gaza está permanentemente en la actualidad y no hace falta realizar acciones, ni esta ni de ningún otro tipo, para presentarlo a la opinión pública, que lo ve diariamente en todas las formas de comunicación actualmente vigentes. Así, si la acción hubiera sido ir a otra zona de conflictos, que las hay a patadas, tal vez hubiera sido aceptable como motivo, pero desde luego en este genocidio parece inútil.

Otra excusa sería como crítica al genocidio y lograr involucrar a Israel en otra acción ilegal. Pero, ante la muerte y expulsión de miles de personas, suena cuando menos ridículo, por no decir insultante, que la detención de Ada Colau y el resto pudiera resultar determinante en cualquier proceso legal internacional posterior.

Entonces, ¿por qué realmente hacer una flotilla a Gaza? 

Una nueva izquierda, terrible y que se sitúa lejos de cualquier ideal emancipador, está surgiendo y derrotando a la izquierda ilustrada. Es la izquierda que bascula entre el ideal emotivo, esa gente que tanto llora en público para mostrar su autenticidad, y la opinión radical publicitada en consignas de impacto y sin sentido. Si la exaltación del YO, vacío en realidad por el desarrollo del propio Nuevo Capitalismo, es la clave del nuevo proceso de integración social, la autoproclamada izquierda cumple esta exaltación con devoción religiosa, como los antiguos misioneros soñando con la palma del martirio. La exaltación de ese yo en los selfies, lloros y demás actuaciones personales, además de la permanente llamada de atención sobre uno mismo, queda lejos de la argumentación sobre las causas sociales complejas.

Ahora, los integrantes de la flotilla están volviendo a casa exigiendo de nuevo su tiempo de fama, al menos unos minutos. Y resulta curioso y honorable, justo es reconocerlo, que sólo Greta Thunberg, quien está lejos de ser santo de nuestra devoción, haya sido capaz de decir que lo fundamental es el genocidio y no cómo la trataron en su detención. Siempre queda cierta esperanza.

Les cuento por último. Cuando acababa el Domingo Mundial Misionero, llevábamos las huchas a nuestro colegio católico y algún profesor exaltaba a aquellos que más dinero habían recaudado, sin haber leído el mejor texto de la Biblia, y la pobreza quedaba para el año siguiente. Las puertas del cielo, y de la relevancia de la autoproclamada izquierda aunque sea por unos minitullos en Instagram, también tienen un precio.


miércoles, octubre 01, 2025

EPMESA ESTÁ COMTENTO

Comte ha sido despreciado por cierta historia de la filosofía que prefiere la verborrea. Nosotros, sin estar de acuerdo con él en nada, reconocemos su relevancia en la Historia de la Filosofía. 
Aquí, su explicación en dos partes.
#EPMesaComtento

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AQUÍ PARTE 1 

AQUÍ PARTE 2




lunes, septiembre 29, 2025

Y AHORA EN RADIOSOFÍA/166: OTRO INICIO DE CURSO

Ja sóc aquí, como dijo Tarradellas.
Y hemos vuelto hablando de educación y el nuevo curso pensando que queda menos para las vacaciones.
Como siempre en #RadioSofía, en Radio Municipal de Casares.
#EPMesaSeRepiteComoElAjo



martes, septiembre 23, 2025

CON MEDALLA: MUCHAS GRACIAS AL CDL

Muchas gracias al Colegio de Licenciados y Doctores de Madrid (CDL) por su medalla de honor. Desde la Asociación de Profesores de Filosofía de Madrid, y con el apoyo del CDL, ya estamos trabajando en el curso "XIII Experiencias Docentes en Filosofía 2026".

Como siempre, profesores que dan clase de verdad y, como siempre, gratuito.

#EPMesaMaduroSeductorConMedalla






jueves, septiembre 18, 2025

MEDALLA DE HONOR DEL COLEGIO DE LICENCIADOS Y DOCTORES DE MADRID

 El próximo martes 23 de septiembre, el Colegio de Doctores y Licenciados de Madrid me otorga su "Medalla de Honor" por mi trabajo como coordinador del curso "Experiencias Docentes en Filosofía", que ya va por su 13ª edición. 

Muy agradecido por este reconocimiento que, sin duda, no es mío sino de la Asociación de Profesores de Filosofía de Madrid a quien represento.

#EPMesaPorFinTieneUnaMedalla


miércoles, septiembre 10, 2025

INICIO DE CURSO: DERROTA DE LA EDUCACIÓN Y TRIUNFO DEL NUEVO CAPITALISMO

Hubo un tiempo, entre los siglos XIX y XX, en el cual la educación convivió con un ideal y una condición real. Existía el ideal ilustrado, que buscaba la creación de sujetos autónomos y cultos que fueran capaces de convivir en una sociedad libre y emancipada. La realidad, sin embargo, era que la educación buscaba desarrollar la formación de los trabajadores en beneficio del capitalismo y del desarrollo de la sociedad burguesa. 

Esta contradicción fue característica de todo el modelo educativo del capitalismo clásico, en el cual había una propuesta de la educación, un deber ser, como emancipación de los individuos y una realización real que determinaba a la educación como una forma de dominación para la explotación laboral. No cabe duda de que la segunda parte de este binomio fue el auténtico motivo de la extensión, por parte de los gobiernos burgueses nacionales, del sistema de educación universal. Pero también, de nuevo no cabe duda, que el modelo educativo característico del capitalismo clásico tenía en sí mismo un germen de negatividad y contradicción frente a ese mismo modelo de dominación: la extensión cultural para la creación de individuos libres y críticos. Sólo teniendo conocimientos era posible descubrir la doble falsedad de la libertad y de la felicidad en la sociedad capitalista.

Efectivamente, como ya hemos señalado en otros escritos, la cultura, y la cultura es siempre conocimiento, implica en sí misma la creencia en que el mundo pueda ser de otra manera. La cultura, entendida como conocimiento excelso y no mera antropología de las costumbres, muestra una búsqueda de la verdad que no se rige exclusivamente por criterios de dominación o un pragmatismo para la dominación, sino por el descubrimiento de que la realidad no tendría por qué ser lo que actualmente sea. La excelencia cultural desenmascara la pobreza de la existencial real. Y así, la transmisión educativa en el capitalismo clásico tenía esta doble característica de crítica y asunción social, que había que tener en cuenta para cualquier tipo de juicio sobre ella. 

Un sistema totalitario es aquel que es capaz de integrar cada vida humana particular de forma absoluta en el propio sistema. Esto, según Hannah Arendt, solo ha sido posible hasta la fecha en el nazismo y en el estalinismo. Pero ambos, decimos nosotros, tuvieron una imperfección, pues necesitaron la violencia física. Por lo tanto, incluso como tales sistemas totalitarios, no eran suficientemente perfectos. Porque un sistema totalitario perfecto sería aquel en el cual cada persona se sienta plenamente integrado como un yo y asuma, no necesariamente de forma consciente, que el sistema le permite desarrollarse perfectamente en su individualidad.  Por eso, un sistema totalitario perfecto necesita una subjetividad integrada. Esto, podríamos pensar equivocadamente que llevaría a una especie de individuo que estuviera de acuerdo con todo lo que ocurre, pero no es así. Porque la mejor forma de dominación es generar el presentismo como vaga idea general: sólo existe lo que ahora hay. Y este presentismo implica la propia ignorancia sobre cualquier otra cosa que no sea el ahora presente. De esta forma se entiende lo que un sistema totalitario debe hacer con su ideología. 

En primer lugar, debe encerrar a cada individuo en su verdad personal y particular, en su propia y limitada subjetividad convertida en criterio de verdad. Es lo que aquí ya hemos llamado alienación negativa: el sujeto se cree absolutamente independiente en su verdad y realización personal frente a la totalidad social. Su yo es la verdad frente a todo lo demás.
En segundo lugar, y para garantizar esa misma alienación, debe buscar imposibilitar acumular conocimientos que negaran la realidad presente como verdadera: debe dificultar el acceso a la cultura, pues esta cuestionaría la propia verdad de esa individualidad exaltada.

¿Cómo construir esto en la actualidad desde un sistema totalitario? Pues esto se construye desde dos formas distintas. 

Por un lado, a través de la falsa exaltación de la vida personal, vista como única vida auténtica, concretamente con el auge de las redes sociales. Con estas, se genera la idea de que el individuo es importante absolutamente y en su yo: el reino del autorretrato. Por supuesto, esto no debe entenderse como una crítica universal a internet y a todas las redes sociales, pues muchas de ellas podrían ser una herramienta que, utilizada de otra forma, podrían tener una utilidad extrema. Pero, del mismo modo que la Modernidad es impensable sin la imprenta, la sociedad posmoderna del Nuevo Capitalismo es inimaginable sin las redes sociales y un determinado desarrollo de las mismas. 

En segundo lugar, el sistema educativo. El nuevo sistema educativo tiene que evitar cualquier idea que remita a otra realidad distinta a la presente y por ello eliminar todos los contenidos culturales para integrar al alumnado en la barbarie. Se trata de negar el conocimiento y exaltar el cuidado del alumnado, en realidad su dominio, presentando su condición presente -es decir: su ignorancia actual- como un modelo perfecto en el mundo de la opinión, negando cualquier transmisión cultural bajo el lema mercantil el cliente siempre tiene la razón. 

Empieza un nuevo curso escolar y con él un nuevo proceso de totalitarismo por parte del Nuevo Capitalismo. Cada vez más los conocimientos son abandonados y cada vez más va surgiendo un proceso en el cual los títulos académicos reducen su exigencia hasta llegar a ser meramente anecdóticos o incluso regalados: la verdadera titulación diferenciadora se reserva a la privatización de los cursos de especialización. Cada vez que un profesor habla en contra de la memorización o en contra de los contenidos, lo que está haciendo es una apología, probablemente involuntaria, de ese nuevo sistema totalitario. Y cada vez que se presenta una educación que pretende evitar los contenidos, lo que se está haciendo es, en realidad, convertir a cada uno de esos alumnos en una mera maquinaria de producción capitalista perfectamente integrada en el sistema.

Feliz curso. Feliz final de la cultura. Feliz fin de la posibilidad de la emancipación.


lunes, septiembre 01, 2025

VIDA INTERIOR/183: INICIO DE CURSO

¿Quién de nosotros no tiene una vida interior muy grande? ¿Y qué poeta no nos la cuenta una y otra vez? En esta sección mi alma se desnudará. Incluso he comprado una nueva para tenerla más grande. Porque, en el fondo, yo también quiero ser  feliz

"¿Qué importa,
si sigo siendo el mismo, lo que sea
y donde esté, solamente inferior
a aquél a quien la Consejería hizo más grande?"
Ay, Milton...
#InicioCurso
#EPMesaSePoneÉpicoYNoLeSale